14 abril, 2024
¿Te imaginas conseguir una sonrisa de revista sin tener que tallar, limar ni desgastar tus dientes naturales? Si te han dicho que para mejorar tu estética dental debes sacrificar parte de tu esmalte, déjame contarte algo que va a cambiar tu forma de ver los tratamientos estéticos: las carillas dentales sin tallado.
Como especialista en estética dental en Implan-T, he visto cómo esta técnica ha transformado sonrisas y, lo más importante, ha transformado la forma en que mis pacientes se sienten consigo mismos. Porque una sonrisa bonita no debería venir con un precio tan alto como perder parte de lo más valioso que tenemos: nuestros dientes sanos.
En este artículo voy a contarte todo lo que necesitas saber sobre las carillas sin tallado: qué son, cómo se colocan, qué materiales existen, sus ventajas, limitaciones, y si realmente son para ti. Y, por supuesto, te resolveré las dudas más frecuentes que me plantean cada semana en la consulta.
Entrando en materia: las carillas sin tallado son unas finísimas láminas (entre 0.2 y 0.5 mm de grosor, casi como una lentilla) que se colocan directamente sobre la parte frontal de los dientes. Se diseñan a medida, se mimetizan con tu esmalte natural y, lo mejor, no requieren limar tus dientes para adherirse.
Cuando digo que son una revolución en estética dental, no exagero. Estamos hablando de una solución que puede corregir manchas, pequeñas fracturas, dientes irregulares, espacios entre piezas, o incluso desalineaciones leves, sin tocar prácticamente el esmalte.
Este tipo de carillas también se conocen como “microcarillas” o “carillas ultrafinas”, y hacen honor a su nombre: son sutiles, delicadas y tremendamente eficaces.
Una de las preguntas clave que suelo recibir en la consulta es: “¿Qué material me conviene más?”. Y es totalmente normal. Elegir entre porcelana o composite no solo influye en el resultado estético, también afecta a la durabilidad, al mantenimiento… y al precio. Pero no te preocupes, te explico ambas opciones con claridad.
Si tuviera que definirlas en tres palabras, serían: elegancia, resistencia y longevidad.
La porcelana es el material estrella cuando hablamos de carillas ultrafinas sin tallado. Existen varias opciones dentro de este grupo, como:
Porcelana feldespática: ultra translúcida, ideal para lograr un aspecto natural.
Disilicato de litio (como E.max): combina estética y resistencia, permitiendo fabricar carillas finas y fuertes.
Lumineers: una marca muy conocida por ofrecer carillas sin tallado comercializadas como ultrafinas y de aspecto natural.
Durabilidad excepcional: bien cuidadas, pueden durar de 15 a 20 años o más.
Resistencia a manchas: café, té, vino o tabaco no afectan su color.
Estética sobresaliente: imitan a la perfección el esmalte natural, tanto en brillo como en textura.
Son más costosas.
Requieren al menos dos visitas, ya que se fabrican en laboratorio.
En algunos casos, puede ser necesario un pulido mínimo del esmalte para evitar sobrecontornos (¡nada que ver con un tallado tradicional!).
El composite es un material muy utilizado también en empastes estéticos, y ofrece muchas ventajas cuando se emplea en carillas sin tallado.
Se puede aplicar de dos formas:
Directamente sobre el diente en clínica, esculpiendo el material capa a capa.
Indirectamente, fabricándolas en laboratorio y cementándolas después.
Más económicas que las de porcelana.
Tratamiento rápido, muchas veces en una sola cita.
Reparables fácilmente si se dañan.
Extremadamente conservadoras: el esmalte queda intacto en la mayoría de los casos.
Duración más corta (entre 5 y 7 años).
Más propensas a mancharse o perder brillo con el tiempo.
Requieren mantenimiento periódico, como pulidos.
En Implan-T siempre planteamos esta decisión en base a tus objetivos estéticos, tu presupuesto y tus hábitos. Si buscas lo mejor a nivel de naturalidad y durabilidad, la porcelana es la reina. Si prefieres algo más accesible, rápido y reversible, el composite puede ser ideal. Lo importante es que tengas opciones, y que nosotros te acompañemos para elegir la más adecuada para ti.
A lo largo de los años, he visto cómo la decisión de mejorar la sonrisa viene acompañada de miedos muy comprensibles: “¿Me limarán los dientes?”, “¿Y si me arrepiento?”, “¿Esto me causará sensibilidad?”. Por eso, cuando explico las carillas sin tallado, la reacción más común es de alivio. Y es que este tratamiento revoluciona la estética dental desde un enfoque totalmente conservador.
Este es el punto estrella. No hay necesidad de desgastar o tallar tus dientes. En la mayoría de los casos, el esmalte queda completamente intacto. Y si hay que hacer alguna preparación, será mínima y superficial. Esto significa que la estructura natural del diente se mantiene fuerte y sana, algo que en Implan-T valoramos por encima de todo.
Al no tocar o apenas tocar el esmalte, el procedimiento es mucho menos agresivo que el de unas carillas tradicionales. En casos ideales, si en el futuro quieres retirarlas, tus dientes estarán tal y como eran antes.
Por supuesto, si ha sido necesario realizar un ligero pulido, esta reversibilidad no es total, pero sigue siendo infinitamente más respetuosa con tu diente natural que cualquier técnica clásica.
Otra ventaja que mis pacientes agradecen mucho: al no haber tallado, no se necesita anestesia. Es un procedimiento cómodo, relajado y libre de pinchazos. La gran mayoría de personas salen de la consulta sin haber sentido nada de molestia.
¿Sabías que muchas personas sufren hipersensibilidad dental después de colocarse carillas tradicionales? Eso se debe al tallado del esmalte. Con las carillas sin tallado, el esmalte sigue haciendo su función protectora, por lo que la sensibilidad se reduce al mínimo o directamente desaparece como preocupación.
Que no haya tallado no significa que renuncies a la estética. Al contrario: los resultados son espectaculares. Se puede corregir color, forma, tamaño, incluso simular una ligera alineación, todo sin comprometer la naturalidad.
Además, si eliges porcelana, los resultados se mantienen estables a lo largo del tiempo: no pierden el color ni el brillo.
En algunos casos, las carillas sin tallado pueden actuar como una capa protectora adicional para dientes que tienen pequeñas fisuras, están desgastados o son frágiles. Esto es especialmente útil cuando hay una necesidad estética y funcional a la vez.
Hay algo que no siempre se dice pero que yo veo todos los días en la clínica: el cambio emocional que provoca una sonrisa renovada. El antes y después no es solo estético, es mental. He visto a personas volver a sonreír sin miedo, sin esconderse, sin inseguridades. Y cuando eso se consigue respetando al máximo la salud dental, la satisfacción es doble.
Sí, claro que sí. Aunque son una opción maravillosa en muchos casos, no son la solución mágica universal. Existen situaciones donde este tipo de carillas no son recomendables o, al menos, requieren ajustes en la estrategia.
Las carillas sin tallado están diseñadas para corregir imperfecciones leves o moderadas. Si tienes un caso más complejo (apiñamientos severos, dientes muy oscuros, grandes diastemas…), quizá haya que combinar tratamientos o valorar alternativas como la ortodoncia, blanqueamientos previos o incluso carillas tradicionales con preparación mínima.
Es uno de los límites más claros. Si los dientes están muy torcidos o sobresalen demasiado, colocar una lámina por encima añadiría grosor visual, dando una sensación artificial o desproporcionada. En estos casos, primero debemos alinear bien con ortodoncia.
Las carillas ultrafinas son translúcidas, y si el color original del diente es muy oscuro (por ejemplo, por tetraciclinas o necrosis pulpar), puede “transparentarse” el tono base. Aquí hay dos opciones: hacer un blanqueamiento previo o usar una cerámica más opaca… pero esto puede requerir una mínima preparación para que el resultado no quede abultado.
Si bien estas carillas son excelentes para cerrar diastemas pequeños, no son eficaces en casos con huecos grandes. En esos casos, de nuevo, la ortodoncia puede ser más eficaz y estable a largo plazo.
Las carillas sin tallado pueden añadir volumen, pero no restarlo. Así que si un diente necesita reducirse (porque está muy ancho o largo), ahí sí puede ser necesario un contorneado o pulido más evidente del esmalte.
Aquí entra en juego algo que comentamos mucho en el diseño de sonrisa: para que no se vean artificiales ni sobresalgan, las carillas deben ser muy finas. Pero si son demasiado finas, no tapan colores intensos. Y si las hacemos más gruesas para tapar el color… pueden hacer que los dientes parezcan grandes o se proyecten demasiado hacia fuera.
Por eso siempre insistimos en la importancia de una evaluación personalizada y realista. A veces, un ligero contorneado (nada agresivo) permite un resultado estéticamente impecable sin comprometer la salud dental.
Si tienes bruxismo leve o moderado, sí puedes llevar carillas sin tallado, pero deberás usar férula de descarga nocturna para protegerlas. Si el bruxismo es severo, debemos estudiar bien la situación.
En cuanto a las encías, deben estar completamente sanas antes de empezar el tratamiento. Las carillas no curan gingivitis ni periodontitis. La salud bucodental es siempre lo primero.
Hay pacientes que vienen ilusionados con la idea de las carillas sin tallado, pero su caso requiere otro tipo de enfoque. Y en Implan-T lo decimos con total claridad. Porque nuestra prioridad no es venderte un tratamiento, sino garantizarte un resultado espectacular y saludable.
A menudo, cuando explico este tratamiento en la clínica, los pacientes me miran con una mezcla de ilusión y duda: “¿Esto será para mí?”. Y la verdad es que, aunque no todos los casos aplican, hay un perfil claro de paciente que se beneficia enormemente de esta técnica. Veamos si encajas en él.
Este es el primer filtro. Antes de hablar de estética, tu boca debe estar sana. Nada de caries sin tratar, encías inflamadas o enfermedad periodontal activa. Si lo hay, lo solucionamos primero. Porque una sonrisa bonita sobre una base enferma no se sostiene.
Las carillas sin tallado son ideales si tu objetivo es corregir aspectos como:
Manchas o decoloraciones suaves.
Dientes ligeramente astillados o desgastados.
Piezas con formas irregulares o pequeñas (como esos laterales "conoides").
Ligeras rotaciones o posiciones algo retraídas.
Pequeños espacios entre dientes.
En otras palabras, buscas un cambio visible, pero natural. Quieres armonía, no una transformación artificial o radical.
Esto es importantísimo. Como las carillas se adhieren sobre el esmalte, necesitamos que esté sano y presente en cantidad suficiente. En casos donde ha habido mucha erosión, abrasión o desgaste severo, puede que el tratamiento no sea viable o haya que adaptarlo.
Como te conté antes, si rechinas los dientes por la noche, el tratamiento puede seguir siendo viable, pero solo si usas una férula protectora cada noche. En casos extremos, puede que sea mejor evitar carillas y optar por otro tipo de restauraciones.
Quizá este es el punto más importante. Si entiendes que las carillas sin tallado no son magia, sino una técnica conservadora para mejorar la estética dentro de unos límites saludables, entonces estás en el camino correcto.
Querer unos dientes más blancos, con forma más bonita o un diseño más armónico, sin arriesgar tu estructura dental, es totalmente razonable y alcanzable con este tratamiento. Pero si lo que buscas es una “boca perfecta de influencer” cuando tu caso clínico no lo permite… probablemente no sea el camino ideal.
Quieres una sonrisa más bonita, pero no a costa de tallar tus dientes.
Tienes dientes pequeños, manchados o ligeramente retraídos.
Tu salud bucal es excelente.
Valoras la naturalidad por encima de la exageración estética.
Quieres resultados rápidos, cómodos y con el menor impacto posible.
Si te reconoces en estos puntos… ¡estás muy cerca de tu nueva sonrisa! En Implan-T te ayudamos a confirmar si esta técnica es adecuada para ti con una valoración completamente personalizada.
Una de las cosas que más valoran mis pacientes es saber exactamente qué esperar antes de empezar. Por eso, en Implan-T nos tomamos el tiempo de explicarte con total claridad cada fase del tratamiento, resolviendo tus dudas en todo momento.
Aquí te muestro cómo es el proceso, desde el primer contacto hasta que sales sonriendo con confianza:
Antes de hablar de dientes, hablamos de ti. ¿Qué te gustaría mejorar? ¿Qué te acompleja? ¿Qué esperas del tratamiento? Es una charla tranquila, honesta, donde nos aseguramos de que entendemos exactamente lo que deseas.
Examinamos tus dientes, encías, articulación y salud general de la boca. No colocamos carillas sobre una base enferma. Si hay algún problema, lo tratamos primero.
Olvídate de las pastas incómodas. Escaneamos tu boca con un escáner intraoral 3D de alta precisión, como el sistema iTero. También hacemos fotografías desde distintos ángulos para estudiar la armonía facial. Todo esto nos permite crear una réplica digital exacta de tu sonrisa.
Con los datos en mano, valoramos si eres candidato ideal. Te explicamos qué material recomendamos (porcelana o composite), cuántas carillas necesitas, y elaboramos un presupuesto claro y detallado. En Implan-T no damos sorpresas: todo está explicado desde el minuto uno.
Aquí empieza la parte más emocionante. Con nuestro software de Diseño Digital de Sonrisa (DSD), modelamos virtualmente cómo quedaría tu nueva sonrisa. Nos guiamos por la forma de tu cara, tus labios, tu sonrisa natural… y, por supuesto, por tus gustos.
Una vez definido el diseño digital, creamos una maqueta provisional que colocamos sobre tus dientes sin necesidad de tocar nada. Es como probarte un vestido antes de comprarlo. Podrás verte en el espejo, sonreír, hablar… y confirmar si es lo que esperabas.
Este paso es clave para que tú te sientas 100% seguro antes de avanzar.
¿Un diente más largo? ¿Un color más cálido? Lo ajustamos todo antes de fabricar nada definitivo. Queremos que te enamores del diseño antes de convertirlo en realidad.
En el 95% de los casos, no necesitamos tocar tus dientes. Si lo hacemos, será un ligero pulido del esmalte, apenas imperceptible. Nada de limados agresivos ni tallados profundos. Nuestra filosofía es clara: conservar al máximo.
Si has optado por porcelana, el diseño se envía al laboratorio, donde técnicos expertos crearán tus carillas a medida con una precisión milimétrica. Si has elegido composite directo, las modelamos en clínica el mismo día, diente por diente, como si esculpiéramos una obra de arte.
Llega el gran día. Limpiamos tus dientes, aplicamos los adhesivos especiales, posicionamos las carillas y las fijamos con una luz especial que activa el cemento y crea una unión fuerte, duradera y estable.
Revisamos que todo esté perfecto: tu mordida, la comodidad, los contactos entre piezas… y damos el toque final con un pulido que deja tus carillas brillando como diamantes.
Te explicamos cómo cuidar tus carillas (aunque es muy sencillo, ya verás), y programamos visitas de control para asegurarnos de que todo va genial. En Implan-T no desaparecemos tras colocarte las carillas: estamos contigo siempre que lo necesites.
Una vez que sales de Implan-T con tu nueva sonrisa, empieza una nueva etapa: la de conservar ese resultado bonito, sano y natural el mayor tiempo posible. Lo bueno es que no necesitas hacer nada complicado. Solo seguir unos hábitos básicos, ¡pero constantes!
Puede parecer obvio, pero es esencial repetirlo: una buena higiene es lo que mantiene no solo tus carillas, sino también la salud de los dientes que hay debajo.
Mínimo dos veces al día, idealmente después de cada comida.
Usa un cepillo de cerdas suaves para proteger tanto el esmalte como la encía.
Elige una pasta de dientes no abrasiva, sin partículas blanqueadoras agresivas (las carillas no se blanquean como los dientes naturales).
Usa hilo dental o irrigador bucal a diario, especialmente por la noche. Así eliminas restos que podrían acumularse entre las carillas y provocar inflamaciones o caries ocultas.
En Implan-T solemos recomendar irrigador bucal si tienes carillas, porque es suave, cómodo y eficaz.
Si lo usas, que sea sin alcohol. El alcohol puede debilitar con el tiempo la adhesión de las carillas y resecar la mucosa oral.
Tus carillas son resistentes, pero no son indestructibles. Y tus dientes naturales tampoco.
Morderte las uñas.
Masticar hielo, bolígrafos, tapas de bolis o cualquier objeto duro.
Usar los dientes como herramienta (abrir bolsas, cortar hilo, etc.).
Estos hábitos, además de peligrosos para tus carillas, lo son también para tu articulación temporomandibular (ATM) y pueden provocar fracturas innecesarias.
Si tus carillas son de porcelana, despreocúpate: son altamente resistentes a las manchas. Puedes tomar café, vino tinto o curry sin miedo (aunque siempre viene bien enjuagarse después).
Si son de composite, ahí sí debemos tener más cuidado. Este material es más poroso y puede pigmentarse con el tiempo. ¿Qué hacer?
Reduce el consumo frecuente de alimentos o bebidas muy colorantes.
Enjuágate con agua después de tomarlos.
Realiza pulidos periódicos (cada 6-12 meses) en clínica para devolverles el brillo.
Fumar no solo mancha (especialmente las carillas de composite), sino que afecta gravemente a tus encías. Y unas encías inflamadas o enfermas comprometen la estabilidad de tus carillas y de tus dientes naturales.
Si estás pensando en dejar de fumar, ¡quizá tu nueva sonrisa sea la motivación perfecta!
Las carillas no requieren “mantenimiento técnico”, pero sí necesitan revisiones periódicas:
Cada 6 meses, como norma general.
Comprobamos la mordida, el estado del adhesivo, la encía y la higiene.
Si llevas composite, podemos hacer un pulido profesional en cada visita para que sigan como nuevas.
El bruxismo (rechinar o apretar los dientes, sobre todo por la noche) es uno de los mayores enemigos de cualquier restauración dental. Si lo padeces:
Te fabricaremos una férula de descarga a medida.
Es cómoda, transparente y se usa solo por la noche.
Protege tus carillas, tus dientes naturales, y tu articulación mandibular.
Voy a ser muy claro: ambas técnicas pueden ofrecer resultados espectaculares. Pero cada una tiene su filosofía, sus indicaciones, sus ventajas… y también sus renuncias. En Implan-T te ayudamos a decidir cuál es la mejor para ti, y aquí te dejo una guía muy visual para entender la diferencia.
Carillas sin tallado: No requieren eliminar esmalte o, como mucho, un pulido superficial. Se adhieren sobre tu diente prácticamente intacto.
Carillas tradicionales: Se talla (es decir, se desgasta) una capa del diente, entre 0.5 mm y 1 mm. Esto es irreversible.
¿Qué implica esto?
Las sin tallado conservan la estructura original del diente. Las tradicionales implican que el diente, una vez intervenido, siempre necesitará una restauración encima.
Sin tallado: Técnica mínimamente invasiva. En muchos casos, si algún día decides retirarlas, el diente sigue igual que antes.
Tradicionales: Invasivas por definición. Al haber tallado, el diente ya no está protegido y necesita algo encima de por vida.
Sin tallado:
Sin anestesia.
Citas rápidas (una sola, si es composite directo).
Sin sensibilidad postoperatoria o muy leve.
Tradicionales:
Anestesia local necesaria.
Más citas (tallado, carillas provisionales, carillas definitivas).
Mayor riesgo de sensibilidad dental tras el procedimiento.
Sin tallado: Resultados muy naturales, especialmente en casos con dientes más retraídos o pequeños. Limitadas para cubrir colores muy oscuros o hacer cambios radicales de forma.
Tradicionales: Permiten mayores cambios estéticos. Gracias al espacio que crea el tallado, se pueden corregir colores intensos o formas muy alteradas sin que el diente quede abultado.
Sin tallado: Al añadirse sobre el esmalte, se suma un poco de grosor. Si el diente ya es grande o está adelantado, esto puede ser un problema.
Tradicionales: El tallado crea espacio para colocar la carilla sin alterar el volumen del diente.
Sin tallado (porcelana): 10-20 años o más, con buen cuidado.
Sin tallado (composite): 5-7 años.
Tradicionales (porcelana): 10-20 años o más.
Importante: La longevidad no depende solo del material, sino también del mantenimiento y de si se siguen los consejos post-tratamiento (como evitar hábitos dañinos o usar férula en caso de bruxismo).
Carillas sin tallado (porcelana): Inversión alta (similar a tradicionales).
Carillas sin tallado (composite): Más económicas.
Carillas tradicionales (porcelana): Coste elevado.
Característica | Carillas Sin Tallado | Carillas Tradicionales |
---|---|---|
Preparación del diente | Ninguna o mínima | Tallado significativo |
Invasividad | Mínima | Alta |
Reversibilidad | Alta (si no hay preparación) | Nula |
Anestesia | No suele necesitarse | Sí, obligatoria |
Sensibilidad postoperatoria | Muy baja o inexistente | Moderada |
Nº de citas | 1-3 (composite puede ser 1) | 2-3 o más |
Estética final | Excelente (natural) | Excelente (más corrección) |
Durabilidad | 5-20+ años (según material) | 10-20+ años |
Coste | Moderado (composite) / Alto (porcelana) | Alto |
La respuesta honesta: depende de tu caso, tus dientes y tus expectativas.
Si priorizas conservar tu esmalte, buscas un tratamiento mínimamente invasivo y eres buen candidato clínico: las carillas sin tallado son tu opción.
Si necesitas cambios más agresivos de color o forma, o si tu anatomía dental no permite añadir grosor sin perjudicar la estética, quizá lo mejor sean carillas tradicionales con un tallado controlado.
Lo bueno es que no tienes que decidirlo tú solo/a. En Implan-T te guiamos con total honestidad. Te mostramos el resultado probable de cada opción y te ayudamos a elegir la que mejor encaje contigo.
En Implan-T creemos que tomar una decisión estética importante, como mejorar tu sonrisa, solo debe hacerse con toda la información en la mano. Por eso aquí te dejo las respuestas claras y sin rodeos a las preguntas más habituales:
En la Clínica Dental Implan-T, realizamos este tratamiento con las máximas garantías para que tu sonrisa resplandezca con confianza.
¡Hablemos! Te contamos todos los detalles y condiciones de esta oferta y resolvemos tus dudas al momento.
Pero cada sonrisa es única. Por eso, en Implan-T ofrecemos una primera consulta gratuita, en la que valoramos tu caso y te damos un presupuesto personalizado, transparente y sin compromiso.
No. Como no se realiza tallado agresivo, no suele requerir anestesia y el procedimiento es completamente indoloro. A lo sumo, podrías sentir una ligera sensibilidad temporal después de la colocación, pero es algo pasajero y muy leve.
Porcelana: de 10 a 20 años o más, si las cuidas bien.
Composite: entre 5 y 7 años, con posibles repasos o repolicados.
La clave está en la higiene, evitar hábitos dañinos y acudir a revisiones periódicas.
En muchos casos, sí. Si no ha habido ningún tipo de preparación sobre el diente, el tratamiento es 100% reversible. Si se ha hecho un pequeño pulido, esa reversibilidad no es absoluta, pero el esmalte sigue casi intacto.
En cualquier caso, siempre te informamos con total claridad sobre el grado de intervención que requiere tu caso concreto.
Porcelana: altamente resistente a manchas. Puedes tomar café, vino o té sin problemas.
Composite: más propenso a pigmentarse. Si consumes habitualmente sustancias colorantes, tendrás que realizar pulidos de mantenimiento periódicos para conservar el brillo y color.
Sí. Puedes hacer vida normal y comer lo que quieras. Lo único que recomendamos es no morder objetos muy duros ni utilizar los dientes como herramienta (abrir bolsas, cortar hilos, etc.), algo que tampoco deberías hacer con tus dientes naturales.
Si están bien diseñadas y colocadas, no se notan en absoluto. Nadie debería saber que llevas carillas, excepto tú y tu dentista. El objetivo es que se vean como dientes reales: con brillo, textura y translucidez naturales.
La clave está en:
Elegir bien el material.
Tener en cuenta la forma de tu cara, labios y sonrisa.
Y, por supuesto, contar con un equipo experimentado y con criterio estético. En Implan-T nos tomamos muy en serio cada detalle.
No suele pasar, pero si ocurre, lo resolvemos rápidamente. Si es de composite, se puede reparar en clínica. Si es de porcelana y se ha fracturado, se puede rehacer en el laboratorio. En cualquier caso, tu diente estará intacto debajo, así que no tendrás una urgencia visible o dolorosa.
Nada que no deberías hacer ya:
Cepillado correcto.
Uso de hilo dental o irrigador.
Revisiones periódicas.
Pulidos ocasionales (si llevas composite).
Y, si tienes bruxismo, usar tu férula de descarga por la noche.
Las carillas sin tallado son, sin duda, una de las mayores revoluciones en estética dental de los últimos años. Y no solo por el resultado visual que ofrecen, sino porque lo hacen sin comprometer la estructura de tus dientes, sin anestesia, sin limados agresivos y, en muchos casos, de forma totalmente reversible.
En Implan-T nos sentimos profundamente identificados con esta filosofía: belleza sí, pero nunca a costa de la salud.
Si este artículo te ha despertado curiosidad, si te reconoces en el perfil de paciente ideal o si simplemente quieres saber qué podríamos hacer por tu sonrisa, te invito a que nos visites. La primera consulta es gratuita, sin compromiso. Nos encantará escucharte y diseñar contigo la mejor versión de tu sonrisa.
Porque en Implan-T, tu sonrisa espectacular empieza por cuidar lo más valioso: tus propios dientes.
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