22 abril, 2024
En mi experiencia como odontólogo en Implan-T, he notado que existen numerosos mitos sobre la salud oral en niños que pueden llevar a confusiones y prácticas inadecuadas. Hoy quiero desmentir algunos de estos y ofrecer consejos basados en la ciencia para cuidar adecuadamente la salud dental de los más pequeños.
Realidad: A menudo se piensa que los dientes de leche, al ser temporales, no requieren el mismo nivel de cuidado que los dientes permanentes. Sin embargo, esta perspectiva puede llevar a consecuencias negativas tanto para la salud dental como general del niño.
Los dientes de leche tienen varias funciones esenciales:
Nutrición y digestión: Facilitan la masticación adecuada de alimentos, lo cual es crucial para una buena nutrición. Si un niño tiene dolor debido a caries o infecciones en sus dientes de leche, puede empezar a evitar alimentos que requieren una masticación intensa, lo cual podría limitar su ingesta de nutrientes esenciales.
Desarrollo del habla: Los dientes de leche juegan un papel importante en el desarrollo del habla. Ayudan a formar sonidos correctamente, lo cual es fundamental durante los primeros años de aprendizaje del lenguaje.
Guía para los dientes permanentes: Los dientes de leche sirven como guías para la alineación y el espacio adecuado de los dientes permanentes que eventualmente los reemplazarán. La pérdida prematura de dientes de leche puede causar desplazamientos en los dientes circundantes, lo que a menudo resulta en maloclusión o dientes torcidos que más tarde pueden requerir tratamiento ortodóntico.
Prevención de infecciones: Las caries en los dientes de leche pueden avanzar rápidamente a través del esmalte más delgado y llegar al nervio, causando infecciones y abscesos dolorosos. Estas infecciones no solo son perjudiciales para la salud dental sino que también pueden afectar la salud general del niño, incluyendo posibles complicaciones en el desarrollo de los dientes permanentes subyacentes.
Cuidado recomendado:
El cuidado de los dientes de leche es fundamental y no debe ser subestimado. Establecer buenos hábitos de higiene dental desde temprana edad es crucial para el desarrollo saludable de los niños y puede prevenir problemas dentales y de salud más complejos en el futuro.
Realidad: El uso de chupetes y la succión de dedos son comportamientos comunes y naturalmente reconfortantes en los bebés y niños pequeños. Sin embargo, si estos hábitos se mantienen por un período prolongado, pueden tener consecuencias negativas en el desarrollo dental y facial del niño.
Impactos del uso prolongado:
Desarrollo del paladar y dientes: La succión constante puede cambiar la forma del paladar, haciéndolo más estrecho y alto. Esto puede llevar a una mordida cruzada posterior, donde los dientes superiores no caen correctamente sobre los inferiores. Además, la presión ejercida por el dedo o el chupete puede provocar que los dientes frontales se inclinen hacia afuera o no erupcionen correctamente.
Problemas de alineación dental: Los hábitos de succión afectan principalmente los dientes anteriores. Los dientes pueden comenzar a separarse, creando espacios no deseados y problemas de alineación que más adelante podrían requerir tratamiento ortodóntico para corregirse.
Alteraciones en la mordida: La presión constante en el paladar y los dientes puede alterar la mordida normal. Esto puede resultar en una "mordida abierta," donde los dientes frontales superiores e inferiores no logran hacer contacto al cerrar la boca, lo que dificulta funciones como morder y masticar eficientemente.
Recomendaciones para los padres:
Limitación del uso: Es aconsejable limitar el uso del chupete y desalentar la succión del dedo a medida que el niño crece. Idealmente, estos hábitos deberían reducirse gradualmente y eliminarse completamente antes de los 3 años de edad para minimizar su impacto en el desarrollo oral.
Intervenciones tempranas: Si los padres observan que estos hábitos persisten más allá de la edad recomendada, pueden buscar la ayuda de un odontopediatra. A veces se utilizan dispositivos especiales que ayudan a interrumpir estos hábitos y promover un desarrollo dental normal.
Cuidado y supervisión: Acompañar al niño en el proceso de dejar estos hábitos es fundamental. Ofrecer consuelo y alternativas durante momentos de ansiedad puede facilitar la transición.
Visitas regulares al dentista: Es crucial realizar visitas regulares al dentista para monitorear el desarrollo de los dientes y la mandíbula. El dentista puede ofrecer consejos personalizados y detectar tempranamente cualquier signo de problemas ortodónticos.
Mientras que los chupetes y la succión del dedo pueden ser útiles para calmar a los niños en sus primeros años de vida, es importante ser conscientes de los riesgos asociados con la prolongación de estos hábitos y tomar medidas adecuadas para evitar alteraciones en el desarrollo bucal y dental.
Realidad: El flúor es un elemento vital en la prevención de caries dentales, especialmente en niños, ya que ayuda a fortalecer el esmalte de los dientes haciéndolos más resistentes al ataque de ácidos producidos por las bacterias en la boca. Sin embargo, existe preocupación entre algunos padres sobre los riesgos asociados con la ingestión de flúor en niños pequeños.
Beneficios del flúor:
Uso seguro de flúor en niños:
Riesgos de la ingestión excesiva de flúor:
Educación sobre el flúor: Es esencial educar a los padres sobre la importancia y los beneficios del flúor, así como sobre cómo utilizarlo de manera segura. Las consultas regulares al dentista son una excelente oportunidad para que los padres discutan sus preocupaciones y reciban orientación adecuada sobre la salud oral de sus hijos.
El flúor es un aliado crucial en la lucha contra las caries dentales en niños. Utilizado correctamente, ofrece beneficios significativos sin los riesgos que muchos padres temen. Es importante seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud dental para asegurar un uso adecuado y seguro del flúor desde una edad temprana.
Realidad: Es común pensar que los dulces son los únicos responsables de la caries dental en niños y adultos, pero la realidad es más compleja. La caries dental puede ser causada por cualquier alimento que contenga carbohidratos fermentables, no solo los dulces típicos como caramelos y chocolates.
Causas de la caries dental:
Alimentos menos obvios que contribuyen a la caries:
Prevención y cuidado:
Mientras que es cierto que los dulces son un factor contribuyente a la caries dental, no son los únicos alimentos que pueden causar daño dental. Una comprensión más amplia de cómo diferentes tipos de alimentos afectan la salud dental puede ayudar a tomar mejores decisiones para la prevención de la caries.
Realidad: Muchos padres esperan hasta que sus hijos tienen varios años o hasta que todos los dientes permanentes han erupcionado para llevarlos al dentista por primera vez. Sin embargo, esta práctica puede pasar por alto problemas tempranos que son más fáciles de tratar en sus etapas iniciales y puede resultar en una menor familiarización del niño con las visitas dentales, lo que podría incrementar la ansiedad relacionada con el dentista.
Importancia de las visitas dentales tempranas:
Detección precoz de problemas dentales: Las primeras visitas al dentista permiten identificar temprano cualquier signo de problemas dentales, como caries incipientes, problemas de alineación o hábitos orales que pueden afectar el desarrollo de los dientes y la mandíbula. Detectar estos problemas a tiempo puede simplificar y acortar el tratamiento necesario.
Establecimiento de buenas prácticas de higiene oral: El dentista puede proporcionar a los padres y a los niños instrucciones detalladas sobre técnicas adecuadas de cepillado y uso del hilo dental, así como recomendaciones sobre dieta y prevención de caries. Establecer buenos hábitos desde pequeños es crucial para mantener una buena salud oral a lo largo de la vida.
Prevención de la ansiedad dental: Familiarizar a los niños con el entorno dental desde una edad temprana puede ayudar a prevenir el desarrollo de miedo o ansiedad asociados con las visitas al dentista. Las experiencias positivas en el consultorio dental durante los primeros años pueden influir positivamente en su percepción sobre la atención dental en el futuro.
Recomendaciones para las visitas dentales:
Primera visita: La primera visita al dentista debe ser programada después de la erupción del primer diente o al cumplir el primer año de vida, lo que ocurra primero. Esto es recomendado por la Asociación Dental Americana y es una norma aceptada globalmente.
Visitas regulares: Después de la primera visita, se recomienda que los niños vean al dentista regularmente, generalmente cada seis meses, para realizar controles preventivos y cualquier tratamiento que sea necesario.
Educación continua: En cada visita, el dentista puede actualizar a los padres y al niño sobre las mejores prácticas de cuidado oral, ajustando los consejos a medida que el niño crece y sus necesidades dentales cambian.
Iniciar las visitas al dentista a una edad temprana es esencial para asegurar una salud oral óptima y para establecer una relación positiva y de confianza con el cuidado dental. Esto no solo apoya el desarrollo dental saludable, sino que también contribuye a una actitud positiva hacia la higiene oral y el cuidado dental a lo largo de la vida.
¿Tiénes alguna otra duda sobre la salud oral en niños? No dudes en ponerte en contacto con Implan-T.
Solicita tu cita a través de este teléfono o rellenando nuestro formulario.
Madrid 914 457 539
Burgos 947 274 655
WhatsApp Madrid
629 717 182
WhatsApp Burgos
629 717 182