11 febrero, 2025
Cuando me preguntan cómo se mueven exactamente los dientes al usar ortodoncia invisible, siempre explico que el principio básico es la aplicación de fuerzas suaves y continuas sobre cada pieza dental. En Implan-T contamos con una gran experiencia en este tipo de tratamiento, y a lo largo de este artículo voy a detallar no solo el funcionamiento de la ortodoncia invisible, sino también los pasos que seguimos, las ventajas y las consideraciones importantes a tomar en cuenta.
La ortodoncia invisible se basa en una serie de alineadores transparentes fabricados a medida que, al colocarlos sobre los dientes, generan una presión controlada. Cada férula actúa levemente sobre la posición de los dientes para moverlos gradualmente. Con cada cambio de alineador (normalmente cada dos semanas, aunque puede variar según cada paciente), se ajusta la dirección y magnitud de la fuerza ejercida.
Para entender cómo se desplazan los dientes, es importante conocer el concepto de remodelación ósea. Cada diente está anclado al hueso alveolar por medio del ligamento periodontal. Cuando aplico una fuerza en cierto sentido:
Este proceso es totalmente natural y no daña el diente siempre que se ejecute de manera planificada y controlada.
En Implan-T nos basamos en un protocolo muy claro para asegurarnos de que cada fase del movimiento dental se lleve a cabo con éxito:
Una vez que tengo toda la información, procedo a planificar digitalmente cada fase. Cada alineador se diseña para lograr un pequeño desplazamiento con respecto al alineador anterior. De esta forma:
Con el juego de alineadores en mano, explico al paciente cómo colocarlos y retirarlos. También programo citas de control cada 4-6 semanas aproximadamente para verificar que el movimiento progrese según lo previsto. Durante estas revisiones, ajusto el plan en caso de que sea necesario.
Al finalizar el tratamiento, indico el uso de retenedores para mantener los dientes en su nueva posición. Esta última fase es fundamental para evitar que los dientes vuelvan a su posición inicial.
Aunque los brackets tradicionales han sido la opción más común durante décadas, la ortodoncia invisible ha demostrado gran eficacia en muchos casos, especialmente en desalineaciones leves o moderadas. Las razones de su éxito incluyen:
Eso sí, en situaciones de maloclusión severa o correcciones muy complejas, la ortodoncia fija sigue siendo en ocasiones la más recomendable. Mi labor consiste en determinar cuál es la mejor opción para cada persona tras una revisión exhaustiva.
Desde un punto de vista científico, la fuerza que genera la ortodoncia invisible actúa directamente sobre el hueso alveolar y el ligamento periodontal. En palabras sencillas:
Todo este proceso es gradual y controlado, por lo que la ortodoncia debe supervisarse regularmente para no ejercer fuerzas excesivas que puedan dañar la raíz o el hueso.
En general, la molestia es leve y ocurre al cambiar a un alineador nuevo, puesto que los dientes empiezan a moverse siguiendo ese nuevo ajuste. Suele describirse como una presión tolerable y pasajera, señal de que los dientes están respondiendo al tratamiento.
No se recomienda. Lo ideal es retirarlos para comer o beber (excepto agua), ya que los alimentos pueden deformar los alineadores o teñirlos. Además, es fundamental cepillarte los dientes antes de volver a colocarlos para mantener una buena higiene.
Depende de la complejidad de cada caso. Hay pacientes que en 6-8 meses logran la corrección deseada, mientras que otros pueden requerir hasta 18-24 meses. En cada revisión, observo la respuesta de los dientes y ajusto la duración prevista.
Si no los llevas al menos 20-22 horas al día, los dientes no se moverán según el plan, y el tratamiento se alargará. Incluso, podría ser necesario rehacer algunos alineadores o, en casos extremos, replantear la estrategia.
Sí. Al igual que tras la ortodoncia fija, es esencial usar retenedores para mantener los resultados y evitar que los dientes vuelvan a su posición anterior.
La planificación y supervisión profesional son claves para que la ortodoncia invisible logre los objetivos deseados. En Implan-T, utilizo tecnología avanzada y realizo revisiones periódicas para:
Cuando el tratamiento es llevado por un ortodoncista con experiencia, no solo obtienes la estética deseada, sino también la estabilidad a largo plazo, asegurándote de que tu nueva sonrisa sea duradera y saludable.
La ortodoncia invisible supone una revolución en la forma de alinear los dientes. Su mecanismo de fuerzas suaves y continuas, basado en la remodelación del hueso alveolar, permite corregir una gran variedad de desalineaciones sin los brackets tradicionales. Sin embargo, requiere un alto nivel de compromiso por parte del paciente y la supervisión constante de un profesional.
En Implan-T, me apasiona ayudar a cada persona a lograr una sonrisa armónica y saludable. Si estás valorando la ortodoncia invisible, te invito a que concertemos una cita. Juntos evaluaremos tu caso y diseñaremos un plan de tratamiento personalizado, para que disfrutes de los beneficios de unos dientes bien alineados con la comodidad y discreción que ofrecen los alineadores transparentes. ¡Estaré encantado de acompañarte en cada paso hacia tu mejor sonrisa!
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