15 enero, 2025
Cuando hablo con padres que llegan a mi consulta en Implan-T, siempre noto que existe una gran cantidad de dudas sobre la ortodoncia infantil: ¿cuándo empezar?, ¿qué tipo de aparato es mejor?, ¿será muy molesto? En este artículo, quiero compartirte toda la información que he recopilado a lo largo de mi experiencia y el estudio de diversas fuentes, para que conozcas los principales factores a considerar y puedas tomar la mejor decisión para la salud bucodental de los más pequeños de la casa.
A veces podemos iniciar la ortodoncia incluso a los 6 o 7 años, siempre y cuando vea claro en la consulta que el niño lo necesita. Evaluar la boca de los peques a edades tempranas me permite, como odontólogo, adelantarnos a posibles complicaciones futuras y emplear técnicas preventivas antes de requerir brackets tradicionales. En ocasiones, utilizo aparatos que evitan malos hábitos o corrigen la posición de los maxilares, aprovechando que todavía están en pleno crecimiento.
Un punto clave es que el tratamiento puede dividirse en dos fases. Cuando solo algunos dientes permanentes han salido, solemos aplicar un primer abordaje para corregir o guiar el crecimiento. Más adelante, ya con la dentición permanente completa, pasamos a la segunda fase, que es el tratamiento definitivo. Esta estrategia posibilita resultados más estables y seguros en el tiempo.
Existen diferentes tipos de aparatos para niños: los brackets metálicos son los más tradicionales; los brackets cerámicos o de zafiro, más estéticos; y la ortodoncia invisible, muy popular por ser casi imperceptible. Sin embargo, es fundamental valorar la edad, el grado de responsabilidad del niño y la complejidad del caso. Los alineadores transparentes requieren una muy buena colaboración por parte del pequeño; si no usan adecuadamente los alineadores, podríamos no alcanzar los resultados esperados.
Durante la ortodoncia, aconsejo a los padres cuidar la dieta de los niños: evitar alimentos muy duros o pegajosos (como chicles, palomitas o caramelos) y moderar los dulces. Además, es crucial que acudan con regularidad a las revisiones, ya que podré evaluar el avance y realizar ajustes si son necesarios. En Implan-T, me gusta recalcar la importancia de asistir puntualmente a las citas, ya que así podemos garantizar una ortodoncia exitosa.
Aunque lo más común es que me traigan a los niños para su primera revisión ortodóncica alrededor de los 7 años, recomiendo que visiten al dentista desde los 3 o 4 años para detectar signos de malos hábitos (como chuparse el dedo) o posibles problemas de crecimiento. Así podemos interceptar cualquier complicación en etapas muy tempranas.
Cuando hay aparatos fijos o removibles, la limpieza debe ser todavía más rigurosa. Yo siempre les digo a los padres: “Después de cada comida, cepillo. Y, si es posible, un enjuague bucal para mantener a raya las bacterias”. Cepillar la zona entre los brackets y usar hilo dental ayuda a prevenir caries, inflamaciones y problemas de encías.
Morderse las uñas, masticar lápices o abrir objetos con los dientes puede causar que los aparatos se rompan o se desplacen. Insisto mucho con los niños y los padres para que estos hábitos se eliminen desde el principio.
Uno de los grandes debates que escucho casi a diario es: “Doctor, ¿cuándo empiezo la ortodoncia de mi hijo?” La realidad es que cada caso es distinto, pero existen pautas generales:
Ideales para correcciones leves o para guiar hábitos. Ofrecen flexibilidad a la hora de comer o cepillarse y se retiran con facilidad. Suelen emplearse en la ortodoncia interceptiva, antes de la salida completa de los dientes definitivos.
Los brackets metálicos son resistentes y muy comunes en niños. Los de cerámica o zafiro ofrecen un toque más estético. En ambos casos, se requiere mucha higiene y revisiones regulares para ajustes.
Se colocan los brackets por la parte interna de los dientes. Es menos común en niños porque su cuidado resulta más complejo, pero es una alternativa que brinda gran discreción.
Cada vez más padres se interesan por la ortodoncia invisible. Estos alineadores transparentes son muy cómodos, pero requieren que el niño sea disciplinado al usarlos al menos 22 horas al día. Son estupendos para adolescentes responsables, pero no siempre son la primera opción en niños más pequeños.
Mientras los niños crecen, sus huesos maxilares se van adaptando al espacio de los dientes. Por eso, durante la fase de crecimiento existe mayor facilidad para corregir malposiciones o alteraciones en la mordida. A partir de los 12 años, con la mayoría de piezas dentales definitivas en boca, se pueden realizar los ajustes más precisos para alinear correctamente cada diente.
En algunos casos, si el problema es complejo (por ejemplo, una maloclusión muy severa), podríamos combinar la ortodoncia con cirugía ortognática en la adolescencia, aunque no es lo más frecuente. Siempre evalúo cuidadosamente cada situación en Implan-T para proponer el plan de acción más efectivo y menos invasivo posible.
Una vez finalizada la fase activa de ortodoncia, llegamos a la etapa de retención, con aparatos retenedores (fijos o removibles) para conservar en el tiempo la nueva posición de los dientes. Esta retención es crucial porque las fibras y los tejidos de la encía necesitan adaptarse a la nueva alineación, evitando que los dientes se desplacen de nuevo.
1. ¿Es realmente necesaria la ortodoncia en niños?
En muchos casos sí, sobre todo si existen maloclusiones o dientes apiñados. Tratar estos problemas a tiempo evita complicaciones más costosas y complejas en la adultez.
2. ¿Cuál es la mejor edad para empezar?
Recomiendo una evaluación a los 6-7 años, aunque no siempre se inicia el tratamiento tan pronto. Si se detecta algún problema, podemos trazar una hoja de ruta y decidir el mejor momento para comenzar.
3. ¿Cuánto dura el tratamiento de ortodoncia?
Depende de cada caso. Por lo general, oscila entre los 12 y los 24 meses. Sin embargo, si se realiza en dos fases (infantil y adolescente), puede prolongarse un poco más, con pausas entre una etapa y otra.
4. ¿La ortodoncia infantil duele?
Puede causar leves molestias al principio o tras cada ajuste. Suelen ser pasajeras y se controlan con analgésicos suaves si el niño se siente muy incómodo.
5. ¿Pueden los niños usar alineadores invisibles?
Sí, pero aconsejo que sean niños algo mayores (adolescentes) y muy disciplinados, dado que deben usar los alineadores la mayor parte del día y retirarlos solo para comer y cepillarse los dientes. De lo contrario, el tratamiento puede alargarse o no conseguirse el resultado óptimo.
La ortodoncia infantil juega un papel esencial a la hora de asegurar la salud bucodental a largo plazo. Al comenzar las revisiones a edades tempranas y al intervenir cuando sea necesario, consigo, como especialista, guiar el crecimiento maxilar y corregir problemas de alineación antes de que se agraven. Contar con una clínica de confianza facilita todo el proceso, ya que el niño se familiariza con el entorno, gana confianza y colabora mucho más.
Si buscas orientación o una evaluación personalizada, en Implan-T estoy aquí para resolver todas tus dudas y brindarte la mejor atención. Recuerda que no se trata solo de estética, sino de la funcionalidad y salud de la boca de tus hijos. ¡Estoy para ayudarte a cuidar la sonrisa de los más pequeños!
Solicita tu cita a través de este teléfono o rellenando nuestro formulario.
Madrid 914 457 539
Burgos 947 274 655
WhatsApp Madrid
629 717 182
WhatsApp Burgos
629 717 182