También conocido como el apretar o rechinar de dientes. El odontólogo juega un papel muy importante en la detección del bruxismo; no obstante, suele ser el paciente quien detecta primero este problema al referir tensión en la región de los maseteros.
El tratamiento ideal se realiza a través de la férula de descarga, un aparato que solo puede ser prescrito por un odontólogo aunque puede apoyarse en un fisioterapeuta para el tratamiento de las posibles contracturas derivadas de la hiperactividad muscular.
Hay bruxismo diurno y nocturno y bruxismo primario, no vinculado a causas médicas, y secundario, derivado de enfermedades neurológicas y psiquiátricas.
Dolor en la musculatura masticatoria y cervical, dolor de cabeza, hipersensibilidad y dolor dentario, dolor en la articulación temporomandibular (ATM) y rechinamiento de dientes que puede ocasionar ruido. Además, se puede presentar una mala calidad del sueño y cansancio.
Los signos clínicos que observa el dentista son fracturas y fisuras en los dientes y prótesis, traumatismos por mordisqueo de tejidos en el interior de las mejillas, hipertrofia de los músculos maseteros, indentaciones linguales, recesiones gingivales, torus mandibulares y maxilares y desgaste dentario, uno de los signos más importantes derivado del frotamiento de diente contra diente (atrición).